martes, 26 de enero de 2010

Style is everything

Tenía alrededor de doce años cuando me compraron mi primera tabla, año 1988, a los dos meses ya estaba enganchado. Al principio patinaba de un lado a otro, me tiraba por cuestas y poco más, pero era feliz.


Unos chavales del barrio, más mayores, se curraron un mini half y cuando ellos no estaban, mis amigos y yo patinabamos en él. Durante más de un año, tarde tras tarde, era imposible aburrirse. Hasta que pasó lo inevitable, un día despues de comer, salí de casa y cuando iba de camino me encontré a mis colegas viniendo de vuelta...se lo habían cargado. Unos iluminados habían decidido hacer dos cuarters.



Y como en Vigo no había más minis por aquel entonces, empecé a patinar en la calle. Solo voy a decir un nombre, Matt Hensley, muchos sabreis de quien hablo, para los demás...you tube.

Al principio saltabamos escaleras (bajarme tres escalones de ollie imposible era mi truco estrella), hacíamos trucos en los bordillos de las aceras y grindábamos en los bancos. Sobre el 1991 pusieron unos cuantos halfs por la ciudad, Vigo era un hervidero, de aquella hornada salieron Diego Doural y otros muchos. Tiempos dorados donde la frase: "Style is everything" aun tenía sentido.


Una serie de lesiones muy seguidas que culminaron en un menisco que hizo "chof "y otros motivos tan importantes que ya ni recuerdo, hicieron que abandonara la práctica del skate dutante mucho tiempo. Digo la práctica, porque de dentro de mi cabeza nunca se fué. Cada vez que veia un plano inclinado, un bordillo de mármol, unos chavales con el patín debajo del brazo... se me encendía algo en la cabeza que no me dejaba en paz.





Con 27 añazos volví, nunca es tarde si la dicha es buena, ¿no?. Pero algo había pasado, ya no sólo es que me hubiera quedado atrás, ahora los chavales aprendian a hacer el flip 360 antes que el ollie. Muchos de los trucos que se hacían en la calle ni se habían inventado en 1992. Había que tener estilo, vale, pero como no sacaras trucos... Yo estaba desesperado y al final pasó lo que tenía que pasar, esguince de tobillo y tres meses de baja. Otra vez a dejar el skate.


Y como no estaba tranquilo si no me subía en una tabla, me compré una de surf, y es lo mejor que he podido hacer, la sensación del surf no es comparable a nada y engancha mucho. Uno de los muchos regalos que el surf le ha hecho a mi vida, ha sido el poder reencontrarme con el plcer de deslizarme sobre una tabla y nada más, sin trucos ni cosas raras, sólo deslizarme y girar. Y este fué el primer paso para poder reencontrarme con el skate, sólo que ahora es un poco más largo y casi no tiene ni nose ni tail, pero es un skate al fin cabo en el que me puedo subir y disfrutar de patinar patinando, patinar y nada más. Style is everithing.

4 comentarios:

  1. OLE TUS COJONES, Patinar por el simple hecho de deslizarse es lo mejor.

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  3. Por el 92 cuando tu lo estabas dejando yo estaba... ...naciendo! XD

    Yo llegue al long de una forma parecida, escapando de las modas, los trucos por que si y la falta de originalidad...

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